NOTICIA: Baldosas que absorben la luz solar y generan energía.

Tres ingenieros de Sevilla han creado el primer pavimento solar que permite recargar bicicletas y patinetes eléctricos y aprovechar el espacio urbano.

La lluvia en Sevilla es una maravilla y, si es de ideas, aún más. En concreto, una que tuvo lugar entre tres ingenieros y que nada tiene que ver con el agua. De hecho, se inspira en el sol. Ese que cae con justicia en la Sevilla natal de tres amigos que, por circunstancias de la vida, se encontraban a miles de kilómetros trabajando: Australia, Suecia, Estados Unidos. En su mente, la firme idea de volver algún día a la ciudad que los vio crecer para montar su propio negocio. Sabían dónde -Sevilla- y sabían sobre qué: energías renovables, sector que conocían de primera mano.

Un día se fijaron en todo el espacio disponible que hay en la ciudad en general y en el suelo en particular. “¿Por qué no utilizamos el espacio abierto para crear una energía limpia?”, cuenta Luis Muñoz, uno de los tres socios de Solum, junto con Carlos Rodríguez y Antonio Cabrera. La premisa: ampliar el espacio solar de los tejados y cubiertas hasta el suelo: aceras y calzadas. ¿Cómo? “Con un pavimento fotovoltaico que no es más que poner las placas que tenemos ya en los tejados, pero en el suelo. Que se puedan pisar y que generen energía a la vez”, describe Luis. Una especie de baldosa capaz de convertir ese sol de justicia que abrasa las calles sevillanas en energía para alimentar y recargar las baterías de los vehículos eléctricos que las recorren.

No solo hay un componente ecológico, también resuelve un creciente problema de espacio derivado del boom de los patinetes y bicicletas eléctricas. Tal y como advierten desde Solum, las ciudades no disponen de la infraestructura necesaria para integrar el volumen de vehículos que circulan en ellas. En concreto, estiman que más de 13 millones de usuarios no tienen dónde dejar y cargar su vehículo. La clave de su éxito: el suelo solar, que lo convierte en la solución para aprovechar el espacio urbano sin interferir en él.

La recarga se hace a través de una aplicación y el proceso es muy sencillo. Al parar la recarga, se abre el candado y ya puede circular. El pavimento solar de Solum responde con energía limpia en un escenario, las ciudades, ávidas de soluciones que descongestionen su atmósfera. “Hay que tener en cuenta que un 60% de la contaminación de las ciudades proviene de vehículos de combustión interna. Si migramos hacia otro tipo de movilidad, a una eléctrica, reducimos drásticamente ese tipo de contaminación”, argumenta Muñoz.
 
BALDOSAS QUE GENERAN ENERGÍA SOLAR

Su pavimento mejora la calidad del aire. “Nuestra estación de media ahorra unas tres toneladas de C02. Solo una estación. Si lo extrapolamos, podemos ver la cantidad de CO2 que se puede llegar a reducir en las ciudades”, añade Luis. El pavimento solar es una alternativa, pero lo que tiene claro es que el abanico de soluciones de movilidad sostenible es tan grande como las necesidades que existen. En su caso, vehículos ligeros como patinetes y bicicletas. “El hidrógeno verde, según mi opinión, será el combustible para vehículos de gran tonelaje que no pueden moverse con baterías, como barcos, aviones y camiones”, sostiene.

Naturgy es una de las empresas que más está invirtiendo y apostando por el desarrollo de otros combustibles alternativos, como el biometano y el hidrógeno verde, y no es de extrañar que Solum y Naturgy estén trabajando conjuntamente tras hacer ‘match’ en Start4big, un programa de innovación abierta multisectorial creado por Naturgy y otras cuatro grandes empresas. “Tenemos un proyecto que esperemos que se pueda escalar y que la relación sea muy duradera”, avanza. Comparten un objetivo común, el desarrollo e implantación de una movilidad sostenible que libere el tráfico de su peor lastre: la huella de carbono.

Un enemigo al que atajan por diferentes flancos. En el caso de Solum, con vehículos eléctricos de micromovilidad que se recargan de forma limpia en estaciones que se integran de forma orgánica en las ciudades. En el caso de Naturgy, haciendo del hidrógeno verde un vector energético de una economía descarbonizada. La compañía lleva años investigando el desarrollo del hidrógeno y tiene en marcha una serie de proyectos donde destaca la colaboración con Enagás para impulsar conjuntamente la mayor planta de hidrógeno de España, ubicada en León, con el objetivo de producir hasta aproximadamente 9.000 toneladas al año de hidrógeno renovable, a partir de una planta fotovoltaica de 400 MW y un electrolizador de hasta 60 MW.

Según el informe ‘Los gases renovables. Un vector energético emergente’, publicado por Fundación Naturgy, el potencial máximo de producción de gases renovables en España podría ser equivalente al 65% de la demanda total actual de gas natural, si se impulsara de forma decidida su desarrollo. Los autores sostienen que, si España desarrolla todo su potencial de producción, podría llegar a reducir unos 35 millones de toneladas de CO2, es decir, más del 10% de las emisiones de gases de efecto invernadero previstas para el año 2030. Este valor equivale al CO2 que emite todo su parque de turismos en un año o el que absorbió toda la superficie forestal de España en 2017.

HIDRÓGENO VERDE: EL COMBUSTIBLE ALTERNATIVO QUE CAMBIARÁ LA MOVILIDAD.

El hidrógeno verde no es (solo) una alternativa. Es una dirección y, al mismo tiempo, un medio para transitar de forma certera hacia una economía descarbonizada. Desde Naturgy no tienen dudas, más si tenemos en cuenta que el transporte es el sector que más gases de efecto invernadero (GEI) genera. “La movilidad sostenible es una asignatura pendiente que todas las empresas, administraciones y ciudadanos deben abordar”, recuerda Núria Rodríguez, directora de Medio Ambiente y Responsabilidad Social de Naturgy. El transporte sigue siendo el sector más emisor y supone el 27,7% del total en términos de CO2 emitido.

Migrar hacia una movilidad sostenible es, según Rodríguez, “fundamental para la salud de las personas y la sostenibilidad de nuestras ciudades donde se concentra la mayor parte de esta movilidad”. Y añade: “Lo que tenemos que promover es la movilidad sostenible desarrollando infraestructuras que ayuden a que los usuarios puedan recargar sus vehículos,- sean eléctricos, sean de gas natural -de momento- y renovable -en un futuro inmediato-, que lo puedan hacer de forma fácil y no sea una barrera para poder cambiar el vehículo actual hacia uno mas sostenible”, valora la representante de Naturgy.

No hay un camino, sino diferentes necesidades que resolver hacia ese horizonte descarbonizado común. En este caso, con una ventaja competitiva frente al resto: la infraestructura existente de gas es un socio natural para un desarrollo eficiente y acelerado de este nuevo vector energético: el hidrógeno verde. “Nuestra labor fundamental es promover estas infraestructuras y los productos comerciales que existen. Como empresa energética que suministra esa energía, hemos de favorecer el cambio en flotas, clientes comerciales, usuarios domésticos, entre otros”, matiza.

Además, la compañía forma parte, junto a otras empresas, de la iniciativa ‘Ready4H2’ para apoyar el desarrollo de un mercado de hidrógeno y compartir conocimiento y experiencia. Un proyecto común que trabajará en tres estudios hasta febrero de 2022: un primer análisis sobre la implicación de las diferentes distribuidoras en el desarrollo de hidrógeno, la experiencia acumulada y la estrategia en sus países; un segundo estudio sobre cómo los distribuidores de gas europeos pueden contribuir al desarrollo del hidrógeno y a la planificación estratégica del territorio; y por último, una hoja de ruta con iniciativas concretas para que las distribuidoras puedan ser, tanto a nivel nacional como europeo, el enlace entre los productores de hidrógeno y los consumidores.

Otra de las vías para impulsar la movilidad sostenible que destacan desde Naturgy es una red de 38 hidrogeneras. Su objetivo: dar servicio de repostaje de hidrogeno al entorno urbano al interurbano y potenciar así la movilidad sostenible en la Península Ibérica. Un proyecto presentado a principios de año al Ministerio de Transición Ecológica y el Reto Demográfico; al Ministerio de Industria, Comercio y Turismo y al Ministerio de Ciencia e Innovación del Gobierno de España.

La red se despliega a lo largo de la geografía nacional, aprovechando los centros de producción de hidrógeno de la compañía ubicados en La Robla, Meirama, Valencia, Palos y Alcázar de San Juan. El dimensionamiento de las hidrogeneras se ha realizado en base a una potencial demanda anual de unos 75.500 kg de hidrógeno, equivalente al repostaje de 13 autobuses o bien de 100 vehículos ligeros. Hay más. “Otra línea es la de proporcionar estaciones de gas natural que en un futuro se han de convertir en gas natural renovable”, añade Rodríguez. En tercer lugar, el proyecto de instalar 1.100 puntos de recarga de vehículos eléctricos que la compañía ha presentado también al Gobierno. Una iniciativa que ejemplifica como ninguna que el cambio no solo es ‘para’, sino ‘de’ todos.

 

 

FUENTE: https://www.lavanguardia.com/lv/brandslab/vecinos-del-mundo-brl/capitulo-3-movilidad-sostenible-brl/index.html

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